Cuidado con los jefes encantadores

❌ Que siempre tienen una sonrisa y les encanta hacer favores al jefe máximo, pero no al equipo.
 
❌ Que siempre tienen las respuestas, y les gusta decidir qué se hace, cuándo se hace y cómo se hace. Les incomodan las “sorpresas” por la iniciativa del equipo, prefieren el control.

❌ Que se pintan como visionarios y están llenos de “buenas ideas”, pero no consideran si su equipo tiene la capacidad, el tiempo o los recursos para ejecutarlas.
 
❌ Que son los primeros en los eventos, los karaokes, los after office, pero los últimos en dar la cara cuando surgen situaciones difíciles como las de proteger a su equipo.
 
❌ Que creen que el feedback crítico daña el ambiente y lastima la cultura, así que evitan las conversaciones difíciles, creando una atmósfera de falsa armonía.
 
❌ Que confían más en las conversaciones de pasillo y susurros al oído que en los diálogos abiertos y transparentes en reuniones de equipo. La confianza se diluye en secretos y se fortalece en relaciones superficiales.
 
👉 Queremos menos jefes encantadores y más líderes valientes: líderes que ayuden a priorizar, que permitan a su equipo probar y equivocarse, que faciliten el camino eliminando obstáculos, que den feedback honesto y que desafíen a cada persona a crecer.

💫 Al final, prefiero menos sonrisas y más conversaciones honestas. Más experimentación y menos certezas. Más empoderamiento y menos planes rígidos.

💚 Dame un líder que inspire y confíe, no uno que encante pero limite.

¿Te has planteado que está premiando tu organización? ¿Cuales son los jefes que crecen?

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