Lo que Lima me recordó
Volver a Lima ha sido intenso. 🧗
La ciudad, las calles, los olores, los reencuentros.
🏃♀️ Agenda llena, visitas exprés, mil conversaciones pendientes en muy poco tiempo.
Esa mezcla de emoción y agotamiento que solo entienden quienes viven lejos y vuelven por unos días.
En medio del caos, los planes y el tráfico, hubo algo que disfruté especialmente: la cercanía.
El cariño de los que me conocen desde siempre,
los abrazos sin explicaciones,
las risas que no necesitan contexto.
Hay algo profundamente sanador en eso: en sentirte acogida sin tener que explicar quién eres ahora.
Porque ellos te conocen desde antes de todo —antes del cargo, del emprendimiento, de los títulos—,
y te quieren igual.
Esta vez también hice algo diferente: una pausa de redes.
Apagué el ruido digital para estar más presente en lo real.
Para mirar a los ojos, escuchar sin distracciones, reír sin pensar en capturar el momento.
Y me di cuenta de algo importante:
estar bien rodeada también es una forma de descansar y recargar.
Lima me recordó que no todo se construye haciendo.
A veces, se construye simplemente estando.
Abrazando. Riéndote.
Estando presente. Estando cerca.
🌼 Gracias, Lima.
Gracias, familia.
Gracias, amigos.
Me vuelvo recargada, más ligera y con el corazón lleno.
Nos vemos pronto. 🤍