Me encantaba vestir de traje y corbata cuando iba a trabajar

Un día a la semana, o a veces cada dos, me levantaba con muchas ganas de ponerme uno. Tenía algunas corbatas que combinaban perfectamente con mis camisas, y disfrutaba escoger cuál usaría ese día. 🤔 

👩‍💼 Es cierto que me encantaba cómo se veía; me sentía súper elegante, y tengo que reconocerlo: cuando me vestía así, llamaba mucho la atención. Hace 25 años, eso era algo que buscaba.

Reflexionando tiempo después, me doy cuenta de que, en el mundo competitivo en el que vivía, donde éramos pocas mujeres, utilizábamos estas "corazas" para ser percibidas como fuertes y valiosas, y para que nuestras voces fueran escuchadas. Creamos corazas físicas y también de actitud, que nos permiten mimetizarnos con nuestro entorno. 🦎 

La situación ha cambiado, sí, pero no tanto como nos gustaría. En algunos sectores, sigue siendo más difícil que en otros. Afortunadamente, hoy tengo compañeros valiosos y cada vez hay más conciencia sobre la importancia de escuchar todas las voces en la sala. 💚 

🙋‍♀️ Aunque hoy hablo de mi experiencia como mujer, este mensaje es para cualquier minoría que busca adaptarse para crecer en una organización. 

Hace muchos años que no visto con traje y corbata. Me siguen gustando, pero hoy ya no lo necesito. Ahora seguramente lo usaría con mucho más gusto, y claramente con un propósito diferente. 💪 

Espero que en unos años la situación cambie de verdad y ya no necesitemos estas herramientas. Que ese traje sea solamente uno más en tu armario.
 
¿Tú has tenido que desarrollar corazas también? Si necesitas acompañamiento en este viaje, no dudes en buscarme. ✍ 
 
#leadership #personaltransformation #bravainnova

P.D. La baja resolución de la foto es porque tiene más de 15 años!!! 🤣