Todo está bien hasta que no lo está
La ansiedad no llega de golpe.
Empieza con pequeñas señales que decides no escuchar:
😮💨 Un suspiro más largo.
💓 El corazón que late un poco más rápido.
😵💫 Una sensación rara en el pecho.
Y piensas: “ya pasará”.
Pero no pasa.
Se repite. Se hace más frecuente. Hasta que un día te paraliza.
Y ya no puedes obviarlo.
👉 En los entornos laborales se habla poco de esto.
Se esconde. Como si reconocerlo fuera debilidad.
Pero es más común de lo que imaginamos.
Ponerlo en la conversación importa. 🔊
No para inspirar lástima, sino para romper el tabú y acompañarnos entre mujeres (y hombres también) que lo han vivido en silencio.
Porque todo está bien… hasta que no lo está.
Y hablarlo es el primer paso para que deje de ser una carga solitaria.
Lo comparto porque sé que no soy la única.
Y mientras más lo nombremos, menos pesará en silencio. 🌪️